Las subvenciones europeas cada vez están más próximas. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera anunció la semana pasada la apertura inminente de un paquete de ayudas de 100 millones de euros en subvenciones para impulsar las comunidades energéticas en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Serán repartidos en tres bloques distintos de subvenciones con el objeto de impulsar las energías renovables en nuestro país. Estos tres programas serán de gestión centralizada. Estas líneas se complementarán con una red de Oficinas de Transformación Comunitarias que, coordinadas por el IDAE y repartidas por todo el territorio, acompañarán y asesorarán a las comunidades energéticas en toda su cadena de desarrollo y facilitarán el acceso a cada línea de ayudas.
Cada una de las líneas pone foco en el desarrollo hacía un modelo energético sostenible pero poniendo foco y toda la atención que merecen las comunidades energéticas. Pero qué son las comunidades energéticas.
¿Qué son las comunidades energéticas?
Las comunidades energéticas se construyen sobre el concepto del autoconsumo energético local. Es decir, la producción de energía para uso propio, individual o colectivo, y en el mismo lugar en el que se genera. Al final, implica una independencia energética completa de la zona, el pueblo, el grupo empresarial…
Se crean como entes con entidad jurídica, actualmente casi siempre como asociaciones o cooperativas, cuyo fin final es dar el salto hacia un modelo de consumo de energía limpia y renovable.
Este incipiente concepto de comunidad energética nace de la regulación europea. En 2018, con la Directiva (UE) 2018/2001, y al año siguiente, con la Directiva (UE) 2019/944 se incorporó el término “comunidades energéticas locales “ (CEL)
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 de España, pendiente de aprobación definitiva, diferencia los conceptos de las directivas de la UE y los define de la siguiente forma:
- Comunidad de energías renovables. Enfocada a cualquier proyecto comunitario energético que implique el uso de fuentes renovables como la eólica o la fotovoltaica.
- Comunidad ciudadana de energía. Está pensada para abarcar cualquier proyecto del sector eléctrico destinado a sus miembros, incluyendo distribución, suministro, consumo, agregación, almacenamiento y prestación de servicios energéticos (como renovación de edificios) o servicios de recarga para vehículos eléctricos.
Aunque no olvidemos que es una figura que aún no esta por desarrollar dentro de la legislación española aunque en el Real Decreto Ley 23/2020 introduce el concepto de las comunidades de energías renovables en la normativa de nuestro país, con el fin de incrementar la participación de los ciudadanos y de las autoridades locales en los proyectos de energías renovables, pero, de momento, no hay jurisprudencia que entre en aspectos financieros, técnicos…
Las ventajas de las comunidades energéticas
Las ventajas del uso de la energía renovable se encuentra en el modelo de comunidad energética haciendo que:
-Proporcionan a la ciudadanía un acceso justo y fácil a recursos locales de energía renovable y otros servicios energéticos o de movilidad, pudiendo beneficiarse de inversiones en los mismos.
-Los/as usuarios/as podrán tomar el control y tendrán una mayor responsabilidad para la auto-provisión de sus necesidades energéticas, sobre todo, una reducción del gasto de las viviendas y el transporte.
-Se crean oportunidades de inversión para ciudadanos/as y negocios locales.
-Ofrecer a las comunidades la posibilidad de crear ingresos que se generan y permanecen en la propia comunidad local, aumentando la aceptación del desarrollo de energías renovables locales.
-Facilitación de integración de energías renovables en el sistema a través de la gestión de la demanda.
-Beneficios ambientales ya que implica el abandono de la energía fósil y la reducción de la huella de carbono local.
-Beneficios sociales: creación de empleo local y fomento de la cohesión de la comunidad sin olvidar que puede ser una posible solución a la pobreza energética ofreciendo precios más asequibles a los vecinos y vecinas con menos recursos económicos.
Claramente, implica un empoderamiento total de la ciudadanía en cuanto a cómo consume energía.
Así, las comunidades energéticas locales pueden ser desde una población pequeña que apuesta por su propia autoconsumo a una empresa que genera energía renovable se autoabastece y genera servicio a otros con su excedencia o que se dedique justo a la generación de energía limpia y sus servicios sean más rentables o beneficiosos para su clientela.
Barreras a las que deben hacer frente las comunidades energéticas
Sin embargo, frente a las ventajas que ofrecen las Comunidades Energéticas, actualmente se generan una serie de barreras que frenan el desarrollo de este nuevo modelo energético. Para Enerdós, a día de hoy, la más importante es la falta de legislación que implica una inseguridad a la hora de tomar una decisión en torno a proyectos de instalación de tal envergadura. Pero, sin duda, confiamos en su pronta confección y este paquete de subvenciones es prueba de ello.
Así, entre las desventajas a las que deben enfrentarse las comunidades energéticas están:
- Cambios en las normativas o reducción de incentivos.
- Falta del marco normativo y/o de un grado suficiente de su desarrollo.
- Complejidad a la hora de realizar los procedimientos administrativos.
- Dificultad de acceso a la financiación: falta de confianza de los inversores, alto riesgo real o en cuanto a la percepción del inversor.
- Falta de interés por parte de la ciudadanía.
- Falta del tiempo de dedicación voluntaria.
- Escasa motivación por parte de los miembros de la comunidad.
- Dificultad a la hora de acceder al conocimiento experto.
Una treinta de comunidades energéticas son una realidad en España
En España existen al menos una treintena de comunidades energéticas. Por tanto, no es una utopía ni una realidad inalcanzable. De hecho, tras estas línea de subvención queda claro que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ya está buscando iniciativas para favorecer la creación de comunidades energéticas locales en España con el objetivo de reactivar la economía actuando desde lo local.
Algunas de estas comunidades están en Andalucía como no podía ser de otra forma. No olvidemos que las ciudades con más cantidad de horas de luz en la península son Huelva y Sevilla.
Asociación Torreblanca Ilumina, comunidad energética y educativa nacida en este barrio de Sevilla de 18.000 habitantes, declarado Zona Desfavorecida por la Junta de Andalucía. Promovida por diversas entidades de la zona, desde su puesta en marcha a finales del pasado año, ha desarrollado diferentes actividades, fundamentalmente talleres y jornadas sobre la gestión social de la energía y la importancia de establecer medidas de eficiencia y ahorro energético.
http://www.torreblancailumina.com/el-proyecto/
Comunidad energética rural Alumbra. En Arroyomolinos de León, un pueblo de la sierra de Huelva con 965 habitantes, el Ayuntamiento y la Asociación MUTI ofrecen un servicio de apoyo y asesoramiento vecinal en materia de consumo de energía y para el impulso del autoconsumo colectivo.
https://alumbra.asociacionmuti.com/
El municipio de Almócita en Almería, con 104 módulos fotovoltaicos instalados sobre el edificio de usos múltiples del Ayuntamiento, que cuentan con una potencia de cincuenta kilovatios (50 kW).
En Córdoba, Rural Bridge, un proyecto de creación de diecisiete comunidades energéticas basadas en una hibridación de tecnologías renovables en la comarca de Los Pedroches.
La cooperativa de servicios energéticos CooperaSE de Granada que está promoviendo la comunidad energética Río Monachil para instalar en cubiertas municipales energía fotovoltaica que se consuma localmente y compartir así los excedentes.
Pocos para la capacidad de la región andaluza que puede verse tan beneficiada del impulso de la energía fotovoltaica.
Las comunidades energéticas podrían cubrir el 60% de la demanda eléctrica de España y casi el total de la demanda de los sectores doméstico y terciario con la generación de 148.610 GWh al año. De esta forma, las comunidades energéticas entran a formar parte del tablero de la energía con mucha fuerza.
Las tres líneas del plan de impulso a las comunidades energéticas
De momento, hasta su publicación tenemos la siguiente información sobre las líneas de ayudas para el impulso de las comunidades energéticas locales:
- La primera de las líneas (CE-Aprende), en régimen de concurrencia simple (por orden de llegada hasta agotamiento de fondos), tiene como objeto ayudar a personas físicas u organizaciones interesadas en la constitución de una comunidad energética a familiarizarse con el concepto e identificar futuros socios o miembros. Subvencionará actuaciones como los gastos asociados a la dinamización, promoción y publicidad de la comunidad.
- La segunda línea (CE- Planifica), también de concurrencia simple, se orienta al planteamiento y constitución de la comunidad energética en sí misma. Entran en este programa la financiación de estudios y modelos de contrato o la asistencia técnica especializada y el asesoramiento jurídico.
- Una vez constituida legalmente, la comunidad energética podrá optar a la financiación de la tercera línea (CE- Implementa), que se articula en régimen de concurrencia competitiva. A través de ella se subvencionarán proyectos integrales y de carácter transversal en el ámbito de la energía renovable eléctrica y térmica, la eficiencia energética o la movilidad eléctrica. La selección de los proyectos tendrá en cuenta factores como el grado de innovación, los niveles de participación social que haya incorporado la iniciativa, sus beneficios sociales, su contribución a la lucha contra la pobreza energética, la generación de empleo o la perspectiva de género, así como la combinación de distintas actuaciones como el impulso de renovables, la eficiencia energética y la movilidad sostenible.
Estas subvenciones complementan otros programas del MITECO en el marco del PRTR de los que también se pueden beneficiar las comunidades energéticas, como el programa MOVES III para el fomento de la movilidad eléctrica, dotado con 400 millones ampliables a 800, o el de incentivos al autoconsumo de energías renovables, que cuenta con un presupuesto inicial de 450 millones ampliables a 900.
Seguiremos la pista a las novedades en torno a estas subvenciones y no dejaremos de informar sobre los pasos legislativos que se van dando en torno a las comunidades energéticas pero mientras tanto estamos aquí para ayudarte a dar el salto al Sol: sumarte a la energía fotovoltaica y comenzar a ahorrar y ser más respetuoso con el Planeta.